Blanca navidad

Esta foto la he hecho para un concurso  que celebra Merynell en su blog "Mi epílogo". Podéis ver las bases aquí. Había que hacer una prueba a elegir y, tras no tener mucho tiempo, no he podido ni hacer el dibujo ni el microrrelato, que eran mis primeras opciones.  Sin embargo, traigo otra cosa que es una de mis razones para vivir. Sé que las letras había que ponerlas a mano, pero me ha costado mucho hacerle esta foto a mi perra, así que espero que no importe mucho si están a ordenador.

Recuerdo esos días de verano que se llevaron para siempre a mis dos  pequeños gatos, aquellos que encontré recién nacidos y que seguramente su madre había abandonado por una extraña razón que no entendí ese día. La naturaleza es muy sabia y práctica y su madre, esa gata que no vi, pero sabía que existía, los abandonó para que el frío terminara con la tarea que la genética había dispuesto. 

Los recogí y almenté durante un mes. Cada tres horas un biberón, los bañaba, jugaba con ellos, dormía con ellos. Sin embargo, pronto me di cuenta que  su desarrollo no era normal. Sus ojos estaban vidriosos, su panza hinchada y su piel escameada. 

La naturaleza decidió un día que no eran aptos para la vida. A pesar del sufrimiento por el que los hice pasar,creo, quiero  creer que fueron y fuimos felices juntos. Aún, a día de hoy, pienso en ellos y sé que ellos de alguna forma, piensan en esa chica tonta que los cuidó hasta el último aliento de sus vidas.

Esta imagen es de mi perra, aquella razón de ser que hizo que me sobrepusiera a la  pérdida de mis dos gatitos. Y doy gracias a ello. La naturaleza me quitó algo, pero me regaló algo igual de valioso.

En memoria de Zeus y Selene.