La vida: un capítulo más

Este breve relato lo escribí para un concurso donde se nos pedía que contuviera varias palabras. A saber: Halloween, tres secretos, libro, mirando al azul, amor, amistad e ilusión. He aquí lo que escribí en su día: 

La vida: Un capítulo más

Iba paseando alrededor de las tiendas de un centro comercial, observando vagamente los escaparates que encontraba a mi paso. Esta noche era la festividad de Halloween y estaban adornados con calabazas y algún que otro muñeco poco atemorizante. 

En España, Halloween, también conocida como la noche de brujas o la noche de los difuntos,  es una celebración que no tiene tanta tradición como en otros países. Creo haber leído en alguna parte que su origen, si no recuerdo mal, se remonta a la época de los celtas. Envidio a los americanos, que disfrutan mucho más de estas fiestas.  Por desgracia, nosotros no solemos disfrazarnos y salir por las calles pidiendo caramelos bajo el lema “truco o trato”. Es verdad que la tradición americana se está abriendo paso entre las costumbres europeas y que cada año veo más niños y niñas saliendo durante esta festividad; pero, a pesar de ello, aún quedan varios años más hasta alcanzar el verdadero significado de Halloween.

Mientras pensaba en ello, reparé en uno de los escaparates, lleno de libros y más libros. Era distinto a los demás: vistoso con esas luces brillando y toda esa nieve cayendo y creando un efecto como los de esas bolas de cristal que agitas para observar los blancos copos volar por toda la esfera. Miré hacia arriba y vi un blanco cartel que rezaba en letras azules “Mirando al azul”. Acompañando al título, unas pequeñas estrellas brillaban intermitentemente.

Curiosa, entré en la tienda. Una bonita mujer morena y de mirada profunda me recibió con una agradable sonrisa. No tuve tiempo de decir nada cuando me dirigió, amablemente, hacia una pila de libros, y, aún más amablemente, depositó uno en mis brazos.

No quería parecer desagradable o descortés, así que le eché un vistazo. Lo primero que vieron mis ojos fue la sobrecubierta. Decidí leer la sinopsis que había escrita en ella.

“Mi corazón esconde tres secretos:

• -         El primero de ellos está relacionado con un antiguo amor. Aún no puedo olvidarlo.

• -         El segundo tiene que ver con la amistad. Mi mejor amiga me hirió, traicionándome cuando encontró un nuevo amor, aquel que antes fue mío.

• -         El tercero es el más recóndito de todos y versa sobre una ilusión, la ilusión de poder cambiar mi presente y elegir mi propio futuro”.

Esto no puede ser, pensé anonada. Aún perpleja ante tales palabras, giré el libro tan rápido que tuve que manotear varias veces para evitar que cayera al suelo. Miré ahora la portada y ahí estaba escrito mi nombre, en el lugar que ocupa el nombre de la autora.

-    - Disculpe – le dije cuando supe que mi voz no temblaría al hablar – esto no es… - posible, terminé mentalmente, porque aquella mujer que me había atendido, así como la tienda a la que había entrado, con ese bonito escaparate que me hipnotizó, habían desaparecido.

Estaba de vuelta en los grandes pasillos del centro comercial que estaba recorriendo antes de entrar en aquella extraña tienda. ¿Me había jugado mi imaginación una mala pasada? Entonces, noté un peso extraño entre mis manos. Las alcé y observé, asombrada, que el libro estaba fuertemente sujetado por mis dedos. Volví a mirarlo, más de cerca, temiendo que también él acabara de desaparecer. Pero no lo hizo. Ni en ese momento, ni en los diez minutos que pasé mirándolo sin apenas pestañear. Ese libro permaneció años conmigo porque era el libro de mi vida, narrando la historia de mi vida hasta que ésta llegara a su fin.